Estos pestiños son los mejores del mundo, aunque es cierto que no los he probado todos, pero son tan extraordinariamente buenos que sé que no me equivoco. La receta es de la madre de mi compañero de trabajo Miguel Patino, que ya me avisó de que los suyos eran los mejores, y yo pensé que estaba exagerando, hasta que un día los llevó al Instituto y, de mil amores, le dí la razón, son perfectos. La maestría de haberlos hecho muchas veces los convierten en muy superiores a estos míos que aquí os presento, y que son magníficos, modestia aparte. Los de Miguel tenían el punto justo de enmelado y crujiente, el punto perfecto que sólo se consigue con el tiempo…y a veces con los genes esos buenos genes insustituibles para estos y otros menesteres. No es mal día publicarlos en la festividad de Andalucía, aunque en Cádiz se hacen por Navidad solamente, lo de la Semana Santa es más sevillano. Aunque no hay nada nuevo bajo el sol, los dulces de masa y miel son propios de todo el ámbito mediterráneo desde hace muchos siglos. Seguimos con esta maravillosa tradición, desayunando esta mañana nada menos que 3 de ellos.
Descargar la receta escrita
Videoblog de recetas