Sé que mis sobrinos se sentirán decepcionados cuando vean la receta, pero les aseguro que está requetebueno. Y es que en la casa de mis padres el arroz con chorizo era un clásico, mi madre lo hacía cuando no había nada en la nevera… y le quedaba muy rico. Pero nunca le gustó a mi marido, no porque fuera arroz de suegra, él siempre fue un gran fan de la cocina de mi madre y se llevaban muy bien. Tampoco entusiasmaba a mis hijas la receta de su abuela. Por eso la he tuneado, un poco, y la he hecho al estilo de mi propia abuela, que le añadía algo de carne al chorizo, y unos guisantes, además de un buen caldo de verduras o de pollo, para ella eso de guisar era una liturgia, y lo que mi madre hacía con el arroz era un sacrilegio.
Las tradiciones se reinventan, y cada uno puede modificarlas adaptándolas a sus necesidades o circunstancias. Espero que os guste, es muy barato y sirve para aprovechar lo que tengamos en la nevera, tanto de carne como de huerta.
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