Datos

¿Qué comemos?
Yo sé bien lo que se come en casa, pero la pregunta me surge cuando leo en Público que sólo el 15% de españoles sigue una dieta mediterránea, es decir la dieta que hicimos toda la vida, la cocina tradicional de las madres y abuelas. Por cierto que me ha gustado mucho ese periódico.
Pero volvamos a lo de la dieta. Supongo, que es mucho suponer en esto de las estadísticas, que ya no se comen legumbres, ni arroz, ni verduras, que la fruta es una debilidad propia de la tercera edad que tienen tiempo para pelarla, y que el pescado sólo se pide, cuando se pide, en algunos restaurantes.
A mi me preocupa ver a mis alumnos más pequeños (también los mayores) gastar su dinero del desayuno en «chuches»: gominolas, gusanitos, regalices de colores psicodélicos, chocolatinas cargadas de grasas animales, y pastelitos industriales llenos de sustancias químicas próximas a venenos legales. La mayoría de padres lo saben y consienten, probablemente (seamos bienpensantes) inconscientes del daño que todo eso hace en las salud de sus hijos.
Hay una aculturación gastronómica que viene de la mano de las industrias, multinacionales, de la alimentación. Aprovechan las dificutades que hay en las familias para hacer la compra y guisar, presentando unos productos muy atractivos que bombardean visualmente los «media» y las estanterias de los supermercados.
Y voy a decir algo que sospecho: los padres no se atreven, no nos atrevemos a educar, a negar, no consentir esas disgresiones alimentarias que sólo nos dañan.
Enfin, que he soltado un speech aburridito que llevaba mucho tiempo callado….y me he quedado a gusto.

5 thoughts on “Datos

  1. Yo no he sido nunca padre pero tengo bastantes niños (familiares) alrededor. Me porto mal y les doy toda clase de porquerías. Pero de escondidas de sus padres, que creo que controlan y que prohiben. La sensación es la contraria, lo que tú dices, que los padres no se atreven a prohibir (chuches, phoskitos y demás). Pero ¿no ha pasado siempre así?

  2. pues no en mi caso, Manuel, mi madre era espartana y nis hijas no descubrieron las chuches hasta que entraron en el colegio.Es un problema grave el índice de obesidad y colesterol que hay entre los niños. Son casos extremos, pero hay padres, no es infrecuente, que dan de comer chuches o similares a sus hijos de desayuno, comida y cena. Yo conozco a más de uno. Y no me refiero a que le den ese postre, quiero decir que es lo que le dan de comer.

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