Comienzo el curso «bloguero» (y el otro) con una receta muy poco original, es tradicional y de batalla, pero les viene muy bien a mis niñas que están lejos de mí y así tienen disponibles las recetas de casa de siempre.
El verano ha sido espléndido en muchos sentidos, la familia, los amigos, los viajes son los mejores ingredientes de unas vacaciones felices. Tengo algunos vídeos aceptables de mi visita a San Francisco, si me animo los monto y los subo aquí en otra entrada.
Perdonad la voz del vídeo pero tengo un catarrazo propio de este tiempo, un día está fresco y al siguiente hace calor. Pronto me repondré y la voz volverá a ser la misma de siempre.
Videoblog de recetas
Da usted un poco penita. ¿No le estará afectando el ejercicio físico?
Rica la salsita, y los calabacines del fondo parece que se hubieran dorado en las playas del Puerto. Buena cena.
Bueno y ya que ha comenzado usted la temporada, recordarle la reserva anual en buena mesa.
Un abrazo
que buenas,y tiene su toque,me gustan
Holaaaa, me alegro de que el verano lo hayas pasado muy bien. Estas albóndigas no son de batalla, no no, son de lujazo, siemmmpre, las que no pueden faltar en un buen recetario.
Cuídate ese catarro!
Un besooo
me alegro de tu vuelta y del buen verano y a recuperarte de la afonia, buenas albondigas de toda la vida
buen finde
beso
Vaya, celebro tu vuelta aunque te «escuche» malamente, pero se te entienden las albóndigas perfectamente 😉
Luz, hola guapa,
Me alegra tenerte de nuevo por aquí, también que hayas tenido unas fantásticas vacaciones con tus niñas 😉 ¡Qué ricas estas albóndigas! ¡Qué presentación más chic! (Yo de escondidas mojaría pan hasta acabar con esa exquisita salsa, jeje!)
Espero que ya estés mejor de la afonía y que hayas empezado con buen pie el curso.
Un beso grande y feliz semana,
Marina