Vuelvo, o más bien volvemos porque las manos que guisan estos alcauciles son las de mi marido, Ignacio, porque yo estoy lesionada (me he achicharrado la mano derecha).
Se me hace raro volver, casi he olvidado cómo se postea, y la edición del vídeo se me ha hecho un mundo, pero es agradable ponerme estas zapatillas de andar por casa que es mi viejo blog, y volver a colgar recetas de antes, de ahora y de luego.
Esta es una receta de las grandes, de las que me encanta grabar y publicar, muy antigua, nos remontamos a tres generaciones atrás. Se solía hacer para los almuerzos de las cacerías. La autora es Pepa Bejarano, una extraordinaria mujer con un conocimiento extraordinario de cocina y ha sido toda una lección ver la elaboración.
Sí es cierto que nos falta el previo, cómo hacer la perdiz, pero os pongo en el documento de descarga ese parte, que no es complicada y espero que la disfrutéis tanto como lo hicimos nosotros. Ahí están todos los que nos la comimos, en casa de Lucía y Miguel, no quedó nada de nada como se puede ver por los platos vacíos, salvo el del invitado de rojo que repitió tres veces.
Hemos probado en casa este nuevo arroz de Brillante que se llama «sabroz», es un arroz redondo vaporizado que siempre queda bien, por lo que representa una gran ventaja para los que se inician en la cocina. En este enlace podéis encontrar un recetario muy completo. En casa nos ha encantado porque capta todo el sabor de los ingredientes, queda en su punto y suelto, como nos gusta a nosotros. Y esta receta con conejo y setas se ha convertido en la nueva favorita de mi marido.
Espero que os guste
Sé que mis sobrinos se sentirán decepcionados cuando vean la receta, pero les aseguro que está requetebueno. Y es que en la casa de mis padres el arroz con chorizo era un clásico, mi madre lo hacía cuando no había nada en la nevera… y le quedaba muy rico. Pero nunca le gustó a mi marido, no porque fuera arroz de suegra, él siempre fue un gran fan de la cocina de mi madre y se llevaban muy bien. Tampoco entusiasmaba a mis hijas la receta de su abuela. Por eso la he tuneado, un poco, y la he hecho al estilo de mi propia abuela, que le añadía algo de carne al chorizo, y unos guisantes, además de un buen caldo de verduras o de pollo, para ella eso de guisar era una liturgia, y lo que mi madre hacía con el arroz era un sacrilegio.
Las tradiciones se reinventan, y cada uno puede modificarlas adaptándolas a sus necesidades o circunstancias. Espero que os guste, es muy barato y sirve para aprovechar lo que tengamos en la nevera, tanto de carne como de huerta.
Descargar receta escrita
Lo primero decir que siento no haber hecho una foto en condiciones del plato ya terminado, se me fue el santo al cielo cuando hice esta receta el verano 2013. Si, en verano y en plena ola de calor, mi familia es «friki de berza», no cabe otra definición para los que me hacen la ola si guiso legumbres cuando estamos a 40ºC de temperatura.
Se me olvidó hacer la foto, o lo dejé para más tarde, o me metieron prisas para comer, pero decían que estaba buenísima.
Dejé este vídeo para subirlo en enero, y aquí lo tenéis, ¡¡¡¡es tiempo de legumbres!!!!
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