Visita obligada

Tengo un lugar favorito en mi ciudad donde tomar una cerveza, o muchas, es la Internacional, porque tiene una Paulaner de barril excelente, una ensaladilla de gambas inmejorable, está en una de las mejores zonas para pasear y mi amiga Antonia es encantadora, además de una gran aficionada a los toros.

Me gusta la buena cerveza y allí se puede disfrutar de las mejores del mundo mundial.

Ternera picante al curry tailandés

A pesar de la globalización y de la fusión de las cocinas de Oriente y Occidente aún no estamos preparados para la verdadera comida oriental, quiero decir que no creo que cenar murciélago sea una opción, a no ser que se trate de una situación excepcional.
En mi casa gustan mucho los sabores exóticos debidamente españolizados…o sevillanizados.
Esta es mi versión de una ternera moderadamente picante (me encanta el picante)con panang curry, una modalidad un poco dulce del curry tailandés. No sale en el video cómo hice el arroz basmati, pero es que se me acabó la pila, así que lo explico ahora. Se pone abundante agua a cocer, cuando hierve se sala con cuatro cucharaditas pequeñas de sal y se le añade una cucharada grande de aceite de oliva, una taza y media de arroz basmati y se deja cocer unos 12 minutos. Se saca y se escurre sirviéndose seco.



Videoblog de recetas

Tarta de frutas

Este verano me he estado entrenando en la realización de tartas de frutas, especialmente de arándanos, frambuesas y grosellas, ácido con dulce. No me quedaron mal, pero después, esas maravillosas Boulangeries y Pâtisseries de París me han dejado anonadada con sus deliciosas presentaciones. Para muestra el botón de la imagen de arriba o el video de una de ellas por Saint Germain des Prês.

Cenas y compromisos

Tengo una amiga que me advierte de los peligros de la compasión y para ilustrarme me ha regalado «La impaciencia del corazón» de Stefan Zweig. He vuelto a sumergirme en su lectura con el placer de siempre porque su prosa es delicada y seductora como pocas.
Con frecuencia me dejo llevar por emociones más allá de lo que razonablemente estaría dispuesta a hacer en frío, porque soy vehemente, apasionada y un poco idiota.
Hay una euforia tras una buena comida con amigos, regada del justo vino que le conviene, que me sitúa al borde de peligrosos precipicios sociales, incómodas promesas, compromisos incumplibles. Y no diré más.

«Nunca había comido tan bien, ni en sueños me hubiera imaginado que se pudiera comer tan bien, tan lujosa y copiosamente. Platos cada vez más exquisitos y caros desfilan majestuosamente en fuentes inagotables: pescados de color azul pálido, coronados de lechuga y enmarcados en rodajas de langosta, nadando en una salsa dorada; capones cabalgando sobre albardas de arroz en capas; pudding flameando en ron de llama azul; bolas de helado, dulces y de colores, brotando unas de otras; frutas, que deben haber dado la vuelta a medio mundo besándose en bandejas de plata. ¡Esto no tiene fin, no tiene fin! ¡ Y para acabar, un verdadero arco iris de licores, verdes, rojos, blancos y amarillos, y cigarros gruesos como espárragos para acompañar un café exqusito!

«La impaciencia del corazón». Stefan Zweig

Te verde a la menta y palmeras de hojaldre de mantequilla.

Es lo mejor para las largas tardes del verano, de las vacaciones, un té marroquí, verde, con hierbabuena y hierbaluisa ( que no tengo a mano).
El hojaldre me encanta y es el mejor complemento para el té; es ligero y poco dulce, que la infusión ya lleva azúcar. Las mejores palmeras que he probado las hacen en Embassy . Aunque las mías no están mal son una mezcla de hojaldre y galleta de mantequilla, sabrosas y crujientes.

…por otro lado tengo que avisar que me voy de vacaciones y no creo que pueda postear allí donde voy. Os deseo un feliz verano y espero volver con todas las recetas de pescado que haga cerca del mar, y lo que vea en una escapada a Francia.



que haré este agosto. En fin…

No tengo arreglo, el video es cutre y mi vestimenta inadecuada.