En las largas tardes del verano infantil, Madre nos reunía en la cocina y nos daba tareas para hacernos dulces fáciles y ricos. Estas galletas, hechas con su genuina máquina de picar carne, no son de las fáciles, pero tienen la ventaja de requerir abundante mano de obra…o por lo menos una pareja que te ayude.
Las galletas no son sólo vintage por lo lejos que quedó mi infancia, ni por su forma, por la máquina de galletas o por la caja que las contiene, sino por su sabor. Eran las favoritas de mi hermano Miguel, quizá porque son estupendas para mojarlas en leche con cacao y sorber el líquido aspirando por alguna de las partes de la galleta.
Recuerdo que Madre volvió a sacar la máquina hace no tanto para una de las visitas que le hizo mi hermano. No es verano, pero sí un buen momento para hacer regalos, así que Miguel, estas galletas son tuyas, las congelo y te las doy cuando vengas.
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Videoblog de recetas
Que ricas galletas y que aparatejo nos has sacado en esta receta, no lo conocía
Lo más importante de una buena receta es la historia que va detrás, gracias por compartir esta receta. Un abrazo fuerte
Que buena receta, el video me ha encantado, mi madre tiene también esa maquinita pero no me suena la boquilla, tengo que preguntarle si la tiene porque estoy segura que salen unas galletas deliciosas…un besito y feliz año
Pues nunca se me hubiera ocurrido que la máquina de picar carne servía también para hacer galletas…Ya me imagino lo bien que lo pasaríais de pequeños y lo emocionante que habrá sido volver a hacerlas.
Un besico y mis deseos de que tengas un muy feliz año.
fijate q curioso..me encantan estas cositas q enseñais
No había pensado en esta utilidad para la máquina pica carne y ya ves, unas fantásticas galletas.
Abrazos
Desde luego te va a agradecer el regalo, hecho con tanto cariño, me parecen super originales y muy lindas, además el cacharro para picar carne.. guau, es increíble la utilidad que se le puede sacar (yo por desgracia tengo la típica picadora Moulinex).
Un besote y feliz año
jajaja…este es el blog de las historias sorprendentes.
Todavía recuerdo un submarino de su madre que cerraba las escotillas con tornillos y luego se sumergía guardando en su interior un paté de quitarse el sombrero.
Y ahora el picador de carne travestido de galletero. Alucinante!!!
No me canso de venir 🙂
Holaaaa, yo también he alucinado con la máquina de picar carne, que aplicación tan buena! y además es que quedan excelentes. Seguro que están riquísimas. Qué preciosidad.
Un besoooo
Estoy sorprendida, las galletas son una delicia pero la máquina de picar carne me ha dejado con la boca abierta, es que yo también tengo una parecida de mi madre, y nunca se me hubiera ocurrido esta idea genial.
Desde ahora te sigo, me encantan tus recetas.
Un beso y Feliz 2012.
Qué sorprendente. Esto demuestra que nuestras madres y abuelas eran lo más de lo más. Igual hay alguien que se cree que antes no se comian galletas caseras rizadas porque no habia mangas desechables ni boquillas. Me ha encantado. Un abrazo. Esperanza.
Lo mejor de lo mejor que he visto últimamente… ¡Galletas con pasta picada! ¡Es genial!
Me recuerdan mucho a las galletas que tenia mi abuela cuando iba a merendar a su casa después de salir del cole que ricas, pero como hacerlas sin la maquina, resultará muy difícil y no quedarán rizaditas de todas formas me encanta la receta bs
Hola Luz, en cuanto vi esta receta, sabía que tenía que probarla. Las he hecho hace unos días, y están buenísimas. A mis hijos les han encantado. Como no dispongo de esa máquinas, las hice echando pegotes sobre papel de horno, ayudada por mi pinche Martina, que tiene cinco años. Te puedes hacer una idea de lo «vintage» «vintage» que quedaron. Pero muy muy ricas. Gracias de nuevo.
feli, me alegra tanto que estas galletas se hagan en familia, como cuando yo era pequeña¡¡¡ deberías mandarme una foto 😉