Hay un blog francés que me encanta por su frescura, su diseño y la simpatía de sus autoras, ya que se trata de una bitácora a cuatro manos, Tambouille. Christelle y Clotilde, «sublimes y delgadas, un poco desbordadas, con algunos niños, maridos, trabajos, compañeros, amigos, actividades, ocio y blogs«, han desarrollado una imagen muy moderna y creativa basada en una estética años cincuenta/sesenta. Sus recetas son sencillas y ricas, a buen precio y organizadas para toda la semana. No se puede pedir más.
La quiche de hoy se inspira en la pâte briseé (masa quebrada) que, Clotilde esta vez, ha inventado con tanta espontáneidad como sencillez y que recomienda rellenar con lo que nos sobre de cualquier guiso, carne o verdura, usando crema de leche o tomate frito, que es mi caso.
Y yo la he rellenado pensando que algo de andaluz, marroquí o napolitano le iría perfecto (las tres cosas). Efectivamente la mezcla estaba exquisita, para repetir y repetir sin parar, he disfrutado tanto mientras la hacía como cuando la comía…y la veía comer.
He recibido una carta desde Las Landas con una receta de champiñones al foie extraordinaria, hay que decirlo, pero con mantequilla y crema. Yo la he reinterpretado pasándola por mi tierra, es decir, por el aceite, el ajo, el perejil y el vino fino del marco de Jerez, en este caso Fino Quinta (recomiendo una visita virtual por la bodega Osborne porque es una maravilla).
Y luego charlando via mail con mi amigo Josemari esta semana me cuenta la cantidad de veces que han ido su mujer y él a las Landas (hermosas fotos muestra/mostraba en su Flicrk) y los buenísimos recuerdos que guarda de esos lugares.
Por eso monté un video en homenaje «a cocinar para los amigos«, intentando parecerme un poco (es inimitable su perfecta nitidez y ejecución), y porque además creo que es un tipo de pintxo que a él le encantaría.
Dicen los que la comieron que estaba muy buena pero que quizá le puse demasiado queso, que es un ingrediente con el que me paso o no llego, lo mido muy mal.
Las quiches se pueden hacer hasta de «pringá». La primera que yo tomé era de alcachofas y bacon….Y la tuya, ¿ de qué era?
Esta receta es uno de esos inmejorables, aunque acepto sugerencias.
Me dieron envidia los chipirones en su tinta de Josemari y entonces he traído aquí las croquetas de chocos. También se pueden hacer con chipirones o calamares, siempre que se tengan a mano unos buenos sobrecitos de tinta o la tinta de un choco, que cunde mucho más que ninguna.