

Estoy muy agradecida a la suerte o al destino o a quien quiera que sea por haber abierto este blog de cocina que me ha permitido hacer amigos por los que siento un afecto auténtico, a pesar de no conocernos personalmente.
Pero, además, de vez en cuando me llevo la sorpresa añadida de recibir alguna carta que me anonada, como cuando
Martuki me envió sus maravillosas fotos de algunas recetas que había hecho y que le quedaron mucho mejor que a mí. ¡Qué bien que abrió su blog!
Ayer Jose Antonio me escribió contándome su historia de reciente cocinero, porque el destino, trágicamente, quiso que tuviera que enfrentarse solo y de repente a la cocina. Tiene un pedazo de cocina muy moderna y para muestra véase ese botón de arriba que yo le envidio muchísimo, pero que no es el único, se rodea de muchos y buenos aparatejos. Y hace algunas de mis recetas, seguro mejor que yo.
Como mi blog está abierto a los que trabajan en esto de guisar le presto mi ventana para que se asome a ella.

Y he aquí a unos muy aristocráticos acompañantes que fueron criando en su casa. Los padres y sus dos hijos que parecen peluches maravillosos. No son los únicos que se encuentran agustísimo en su casa, hay acuarios con peces y dragones australianos que incuban sus huevos.
Hoy ha preparado las croquetas de jamón, espero que le hayan salido tan bien como suelen.
¿Quién se las comerá?
Mi gato, Nicolás, un callejero de manual, es un friki de las galletas de chocolate, ( el veterinario se las ha prohibido,) y tienes que andar con cuidado cuando las estás comiendo porque si te descuidas te roba una sin que te des cuenta.