Podría pensarse que la sutileza de una quiche no pega con la robustez de una pringá, sin embargo casan perfectamente, está sabrosisíma y es una idea estupenda para aprovechar lo que nos sobra de pringá tras un cocido, que en casa sobra mucho.
También podría decirse que esta receta no es propia para una navidad, sin embargo yo creo que es perfecta para un 25 a mediodía, cuando hay mucha gente a comer y sobre todo mucha gente joven, que devoran como pirañas. Es un sabor que les va a encantar y tiene un aspecto de lo más divertido y apetecible,
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