Estos briouates de almendras han sido mi regalo gastronómico de cumpleaños, debo dar las gracias a Salima y a su madre por permitirme hacer esta receta que para mí siempre ha sido un sueño. Estos dulces son tan exquisitos que no tengo palabras para expresarlo. La pastelería marroquí es excepcional y para mi gusto los briouats, dulces o salados (también los ahy) se llevan la palma.
Como me han prestado el libro de recetas por unos días creo que las próximas van a tener mucho que ver con la delicada gastronomía árabe de la que los andaluces somos herederos.
Grabado por camerawoman (se nota)