Estos monxetes del ganxet, que son unas alubias blancas fininísimas y de un sabor delicioso como hace mucho que no había comido, nos los trajo nuestro amigo Narcís, de «Toma pan y moja«, en la visita que nos hizo a casa. !Qué magnífico regalo es que te abran el paladar a las delicias locales conocidas¡
Guisarlos es muy fácil, yo he complicado un poco la receta dándole un toque local, porque solas con las coliflores son deliciosas y hacen un potaje buenísimo de vigilia, estupenda comida de cuaresma. Pero en casa les gusta ese saborcillo de la carne y el tocinillo ibérico. No lleva nada más, ni tomate, ni ajo, ni cebolla ni pimiento, como suele hacerse por aquí el potaje de alubias.
Ya digo que en casa querían sacarme a hombros por el maravilloso resultado de la receta de Narcís, que sabe investigar en recetas que van a los orígenes de nuestro alimentación, de las costumbres y tradiciones más antiguas, haciendo caso a una dieta equilibrada.
Me quedé pensando que hay tanta riqueza de sabores, tanto por descubrir, tan poco como sé y sintiendo que no tendré tiempo para aprender tanto como deseo.
¡Ah! sí lo que se ve de fondo es mi maravilloso pan hecho con masa madre de San Francisco, que ya subiré al blog.