otros postres
Piñonate con miel
Por eso, la semana antes del Domingo de Ramos, venían Mª Ángeles, Adela y su cuñada con orzas, barreños y sartenes enormes. Todos buscábamos la ocasión para entrar en la cocina y ver el espectáculo que sólo los inciados podían disfrutar. En una sola tarde salían los pestiños, gañotes, torrijas y el piñonate, que tardaba lo que más y era mi favorito de entonces, de ahora. Todos los dulces de Cuaresma, sin azúcar, sólo con miel, que siempre era de la Sierra de Huelva. Se acababan muy rápido, a pesar de estar bajo llave.
Palmeritas de huevo
Hace un par de semanas tuve el placer de asistir a un curso de hojaldres organizado por «La cocina de Babette» y quedé encantadísima, con la agradable acogida de Bea y la extraordinaria capacidad de nuestra profesora Virginia (Dulcekemochi) que nos hizo una demostración impecable de la versatilidad de esta masa para todo tipo de recetas. Volví, gracias a la insistencia y unos tupper de Bea, con una carga riquísima, dulce y salada de hojaldres.
Se me olvidaba decir que esta cobertura de huevo es típica de Andalucía Occidental, que yo sepa.
Tarta fina de chocolate para San Valentín
Aunque yo no celebro San Valentín de niguna manera especial, veo que cada vez son más las personas que sí lo hacen, así que, querida Lulú, esta vez no hay historia personal o familiar asociada.
La tarta es un éxito siempre que se hace, está rebuena, dos veces buena, es fácil y muy vistosa.
En la receta original es redonda pero para esta fiesta conviene darle una forma diferente, un corazón, a mí se me ocurre que en otros momentos puedo darle forma de estrella o de media luna.
Los postres, y más si son al horno, despiertan la fantasía, yo creo que es por eso que me gustan tanto.
Y este otro vídeo es de la realización del ganache de chocolate
Casita de galletas de Navidad
Hansel y Gretel es un cuento que describe el hambre que se pasó en Europa en la Edad Media y más tarde, era uno de mis cuentos preferidos. Puede que ya no represente para los niños lo que supuso para mi generación, uno de cuyos héroes se llamaba Carpanta, y siempre estaba soñando con comer. No fueron malos tiempos los de mi infancia pero no había abundancia de golosinas ni dulces, de ahí que una casa hecha de chocolate, merengue, galletas y chucherías fuera un sueño permanente.