Lomo de cerdo con puré de castañas y reinetas

El Cocinero Fiel abrió su blog un poco después que yo, pero abrió mis ojos enseguida a esta tecnología del video, ha sido mi maestro, bueno, quiero decir que le he copiado, que no imitado porque mis videos son un plomazo y los suyos…ahí están que se pueden ver y que son el top de youtube. Me he hecho el propósito para el año nuevo de aligerarlos añadiendo mejor sonido, a ver si tengo tiempo y soy capaz, ambas cosas son complicadas para mí. Él ha sido un profesor muy paciente conmigo.
Bueno, a lo que iba que me matan las disgresiones, me encanta el ambiente que Txaber (The Constant Cook) ha creado en su página de youtube, la proximidad, la cercanía con la gente que le escribe, que debate sencillamente sus recetas, resulta entrañable y lo digo porque es así y cualquiera lo puede ver. El éxito de una persona, al margen de lo buen cocinero que es, lo bien que graba sus videos y demás, yo creo que también tiene que ver con eso.
Pues en una de sus recetas dijo que el puré de castañas no le quedó rico y que admitía sugerencias y hubo alguien que le dio una muy buena, parecida a ésta que se me ocurrió a mí después que a su otro suscriptor.

Esta receta imagino que la he visto o probado en la Sierra de Huelva. El caso es que él me invitó a que la hiciera a ver qué tal estaba y aquí está el resultado, con lomo porque no tenía solomillo a mano.
El puré está muy bueno y creo que puede quedar de excelente acompañamiento con Pavo, capón o una pata de cerdo en Navidad o año Nuevo…o San Esteban. En fin, que es recomendable.
Y yo le agradezco a Txaber el ánimo que me da siempre para mejorar y experimentar en estas cosas de la cocina que tanto me gusta y me relajan.

Ingredientes para el Puré, puede servir para Lomo, solomillo, pavo, capón etc:
200 grms de castañas peladas y pasadas 1 minuto por microondas
3 manzanas reinetas
Una cebolleta
un vasito de leche
una cucharada de harina
la punta de una cucharada de azúcar
trocitos de jamón serrano


Videoblog de recetas

Champiñones gratinados con foie al vino de Jerez


He recibido una carta desde Las Landas con una receta de champiñones al foie extraordinaria, hay que decirlo, pero con mantequilla y crema. Yo la he reinterpretado pasándola por mi tierra, es decir, por el aceite, el ajo, el perejil y el vino fino del marco de Jerez, en este caso Fino Quinta (recomiendo una visita virtual por la bodega Osborne porque es una maravilla).

Y luego charlando via mail con mi amigo Josemari esta semana me cuenta la cantidad de veces que han ido su mujer y él a las Landas (hermosas fotos muestra/mostraba en su Flicrk) y los buenísimos recuerdos que guarda de esos lugares.

Por eso monté un video en homenaje «a cocinar para los amigos«, intentando parecerme un poco (es inimitable su perfecta nitidez y ejecución), y porque además creo que es un tipo de pintxo que a él le encantaría.

Un abrazo amigo, y ánimo. ¡Aúpa!

Ingredientes:

10 champiñones de buen tamaño

1 diente de ajo

perejil y guindilla

dos porciones de foie gras mi cuit

media copa de vino fino

media copa de agua

aceite y sal

Bollo parisien y tortel de cidra

Creo que es difícil superar la sensación de ternura, calor y pertenencia que a mí me evoca una merienda a base de bollos, porque así ha quedado inscrita en mi recuerdo a golpe de cariño ¡Qué suerte tan grande he tenido cuando se decidió que yo caería en la familia que caí! Un pequeño homenaje en esta receta de hoy
Con la misma masa del Brioche flor, rellenándolo de crema pastelera, se puede hacer este delicioso bollo parisién.
Ingredientes crema pastelera:
2 yemas de huevos
2 huevos
30 gms de maizena
600 gms de leche
2 0 3 cucharadas de azúcar avainillada (al gusto)
y y y y y y y y y y y y y y

Aunque, personalmente yo rellenaría la masa de cidra y piñones como se ve en esta foto de arriba, en el clásico «Tortel» que es uno de los bollos que más me gustan. En el video se puede ver el proceso.

Ingredientes del relleno:
200 gms de Cabello de ángel
100 gms de piñones tostados ligeramente

¡¡¡El Raaannnchoooo!!!!!

Con estas palabras se llamaba en casa de mis padres a la mesa cuando habia cocido en blanco, a grito «pelao», la casa era enorme y no todo el mundo se enteraba a tiempo jugándose, literalmente, la comida en ello. Estos asuntos eran muy serios.
La receta era parecida a la del video, pero no igual, mis hermanas ya lo dirán. Y es que con veintipocos estuve destinada en Huelva y allí me enseñaron exactamente la receta que hago hoy.Por tanto que no es la de Madre, que seguro que a ella le habría parecido demasiado grasa, pero en la Sierra de Huelva hace frío y la grasa al caldo le viene de perlas.
Así pues se puede hacer modalidad urbana: desgrasando el caldo; se mete éste en la nevera, se espera a que se condense en la superficie como la nata de la leche y se le quita con una espumadera. Está extraordinario y muy suave, como ha hecho hace poco Margarida en su blog con las «Fréjoles». Más sano, para estómagos delicados y adaptado a la vida en ciudad.
Modalidad serreña, con «tos sus avíos» sin desgrasar tipo «Hart Attac«, para personas que hacen siempre, pero siempre, una vida muy activa, deportiva, en la naturaleza, a base de lechugas y patatas y un día al año se dan un atracón de colesterol.
O para las fieras currupias de mi casa que no sé cómo dios les bendijo con un colesterol de goma porque nunca se mueve de los balances idóneos, salvo el colesterol bueno, que de vez en cuando les sube. Esta especie biohumana ronda por las cocinas, en torno a las lorzas de tocino, vigilando que sean exactas las piezas que se han de usar…y ni una menos, husmeando para que el caldo no desgrase y ronroneando de gozo cuando al fin borbotea la sopa en el plato y la comen con la cuchara. Mis fierecillas son asi.

Las Anguilas comen dentífricos

No todas las referencias gastronómicas que encuentro en las novelas son tan divertidas, delirantes y brillantes como esta de «La Espuma de los días». Más allá del surrealismo, la receta del pastel de anguila, la reducción de la reducción de la reducción de la reducción de una salsa, es tan apetitosa que yo también desearía que la anguila tuviera familia numerosa. A la postre entre franceses anda el juego.

“(…), y Nicolás se expresó en los siguientes términos:
-Se hace pasta de hojaldre como para una entrada. Se prepara una anguila de buen tamaño, que se cortará en rodajas de tres centímetros. Éstas se ponen en una cacerola con vino blanco, sal, pimienta, cebolla en rodajas, una ramita de perejil, tomillo, laurel y una puntita de ajo. La puntita no he podido afilarla como me habría gustado –continuó Nicolás-, la piedra está muy gastada.
-Haré que la cambien –dijo Colin.
Nicolás prosiguió:
-Una vez cocida, la anguila se retira de la cacerola y se pone en una saltera. El caldo se pasa por una estameña, se le añade salsa española y se reduce hasta que la salsa se adhiera a la cuchara. Se pasa por el tamiz, se recubre con ella la anguila y se le da un hervor durante dos minutos. Se coloca la anguila dentro del hojaldre. Éste se rodea de un collar de champiñones vueltos hacia dentro y se le pone un ramito de lechas de carpa en el centro. Por último se baña con la salsa que haya quedado.

(…)-Este pastel de anguila está exquisito – dijo Chick-. ¡Quién tuvo te dio la idea de hacerlo?
-Fue Nicolás quien tuvo la idea –dijo Colin- Hay, mejor dicho, había una anguila que se asomaba todos los días a su lavabo por el grifo del agua fría.
-Es curioso –dijo Chick-. ¿Por qué lo hacía?
-La anguila sacaba la cabeza y se merendaba el tubo de dentífrico apretando por arriba con los dientes. Nicolás sólo usaba un dentífrico americano con sabor a piña y, por lo visto, la tentó.
-¿Y cómo la capturó?- Preguntó Chick.
-Puso una piña entera en lugar del tubo. Cuando se comía la pasta de los dientes, podía engullírsela y volver a esconder la cabeza enseguida, pero con la piña entera la cosa cambia, y cuanto más tiraba, más se le hundían los dientes en la piña. Entonces Nicolás…
Colin calló.
-¿Qué hizo Nicolás? –dijo Chick.
-No me atrevo a decírtelo, a lo mejor te quita el apetito.
-Vamos…anda –dijo Chick-. No me queda casi nada.
-Nicolás entró en ese preciso momento y le seccionó la cabeza con una hoja de afeitar. Después abrió el grifo y salió el resto.
-¿Y eso es todo? –dijo Chick-. Sírveme más pastel. Espero que la anguila tenga una familia numerosa en la tubería.

La Espuma de los días
Boris Vian

Alianza Editorial. Madrid 2007