Tortas de polvorón

Cuando era niña, en los veranos de Rota (Cádiz) había un hombre al que llamaban «Cositas buenas» porque ese era el título de su pregón. Cada tarde se paseaba por la calle recitando las excelencias de las sinuosas «cositas buenas» que era la más deliciosa torta de polvorón que he comido en mi vida, y los cuscurros, que eran unos dulces duros que costaba romper y que más tarde los he visto parecidos en Marruecos. Los niños ensalivábamos nada más oir su voz y nos quedábamos pasmados ante el surtido canasto, esperando que mi madre fuera pródiga y nos comprara algunas, siempre para la cena porque nunca nos dejó merendar. No tengo que explicar que desaparecían por arte de magia antes de las ocho de la noche, con gran dolor para los incautos que no las habían distraído antes.
He hecho estas tortas buscando aquel sabor inimitable, no son como aquellas, pero sí puedo decir que están deliciosas. Se pueden hacer finas y doradas como la foto de arriba, o gorditas y menos tostadas como las de la foto de abajo, lo dejo a vuestra elección (yo soy de las doradas).

Magdalenas de aceite de oliva (extraordinarias)

 

La receta de estas magdalenas nos la pasó mi hermana Avencia (que también me pasó la de las exquisitas croquetas de bacalao), que vive en Córdoba y son típicas de allí. Especialmente pensadas para la intolerancia de la lactosa, para mi gusto son definitivas, riquísimas y bastante ligeras aunque por el aceite pudiera parecer lo contrario.

Siempre estoy buscando recetas de dulces que sea apta para intolerantes a la lactosa, así que si tenéis cosas ricas sin lactosa dejadme los enlaces de vuestras recetas que me vienen de perlas para mi hija (Nieves tú especialmente tienes riquísimas recetas sin lactosa)
Especialmente dedicado a mi amiga Reyes van los cartelitos que tiene el vídeo, que será una nueva costumbre, incorporada por sugerencia suya (Hola Reyes¡¡¡¡)

Sorbete de mango con aroma de menta y lima

A mi hija mayor le ha encantado este sorbete y como este verano se ha ido a Miami y las madres nos preocupamos tanto por si estará bien, si le sentará bien lo que come (se va con una crisis de intolerancia a la lactosa) y esas cosas habituales de la madre pesadísima que soy. Por eso le voy a dejar algunas recetas fáciles para que las haga allí y engorde un poco.
El origen de mi blog fue precisamente ese, que mis hijas tuvieran mis recetas en vídeo para que las pudieran hacer sin necesitar mi recetario escrito con mi letra ilegible por las manchas de la cocina. Mi blog sería un paso entre la generación de mi madre y mi abuela, dejando mi pequeña aportación para ellas, por si quieren aprovechar este humilde legado.
Y a mi hija desde aquí le mando un beso grande y mi deseo de que esté en perfectas condiciones de salud en su estancia allí.
Inicio además una sección de recetas básicas, que pondré aparte para que sirvan de referencia a otras recetas que la necesiten. Hoy estrenamos el almíbar de menta.
También es nueva la cámara y consecuentemente me inicio en un programa desconocido de edición de vídeos, todavía no controlo bien la cosa, pero iré aprendiendo.
Receta en vídeo del sorbete:

Almíbar de menta:

Si alguien quiere añadirle alcohol yo no me voy a enfadar.

Galletas de chocolate rellenas de chocolate blanco…casi oreos

Si tengo que ser sincera a mi hija camerawoman, sobre todo, y a mí nos gusta mucho más sin el relleno de chocolate blanco. Solas están extraordinarias, con el chocolate blanco no se parecen a las oreo, pero también están muy ricas. Son ligeras y deliciosas, nada complicadas de hacer porque la forma de chorizo congelado permite cortarlas al gusto, no muy gruesas, que tienden a dispersarse en la bandeja del horno. Hay que cuidar que se hagan bien, importante que no queden crudas ni que se quemen, hay que sacarlas en blando porque luego endurecen , pero moderadamente blandas, que opongan cierta resistencia al dedo, de 12 a 15 minutos, pero ya se sabe que cada horno tiene su propia dinámica.
Estos días han sido bastante ajetreados y he tenido el tiempo justo de guisar los menús diarios de batalla que hacía tiempo mi familia me reclama. Ahora, en verano, me pongo el delantal cada día, pero sin videotestigo, me dicen en casa que me tome un descanso de todo. Ya veré de hacer dos o tres recetas con el vídeo, aunque grabar quita mucho del placer de cocinar.
Por cierto, hoy por error me llevé a la papelera sin reciclaje la primera toma de vídeo, la presentación de ingredientes y la batida de mantequilla. Creo que el vídeo sale ganando.
Grabado por camerawoman

Crema helada con garrapiñada de nueces (nougatine de nueces)

Esta receta es del libro de Michel Bras que me compré en Navarra (De re coQuinaria), revisándolo me encontré con esta receta de uno de los helados que más me ha gustado en mi vida y que antiguamente hacía muy bien una marca de congelados hasta que los estropeó, se notaba mucho la leche en polvo, tanto que se te quedaba el polvo en la lengua. Pero esta receta es deliciosa, no es para todos los días, creo que es para grandes ocasiones, no es sencilla, aunque tampoco es tan compleja, pero sí hay que ponerle cuidado al elaborarla, cuidado, tiempo, cariño y calma.
Pensé hacerla con una sorbetera/heladera que me he comprado, no es cara, pero tuve que devolverla porque no funcionaba (ya funciona) y la hice por el método antiguo, cuyo truco aprendí en Acibechería, Margarida tiene un delicioso helado de dulce de leche, y ratifica Roberto de Recetas online esta semana con un helado de fresas, que es romper la congelación cada cierto tiempo removiendo con una cuchara, así se evitan los cristales de congelación del agua en el helado y queda cremoso. Más rápido sale sin duda en la sorbetera, pero otra vez será, tengo proyectado próximamente hacer uno muy «apañao» y espero acompañarlo con un pancake, que me ha pedido un chico muy simpático en una carta.