El siglo de las Luces

Sin duda que las luces tenemos más de un siglo en nuestra familia y hoy es el día de Nuestra señora de la Luz, patrona de Cuenca, además, y hace fiesta la Compañía Sevillana de electricidad. Pero sobre todo era el santo de mi abuela, fiesta Nacional de las grandes para todos los de mi sangre que somos una barbaridad, inumerables casi.
En este blog ella merece un lugar destacado porque, seguramente, si no es por ella ( y por lo que les gusta comer en casa) yo no entraría en la cocina. Por eso pongo esa foto ahí, es un clásico, yo tengo pocos años y ella noventa por lo menos, espectacularmente llevados. Ignora que le robamos la imagen, pero sobre todo ignora que otras luces de su sangre oirán hablar de ella con infinita devoción cuando se la enseñemos.

Navarra Gourmet y los premios a los blogs gastronómicos

Cualquier pretexto es bueno para ir a Navarra porque es una tierra que acumula belleza natural, historia y riqueza gastronómica a raudales, pero si además hay un Congreso Gourmet y nos gusta la cocina el placer del viaje aumenta exponencialmente.
NAVARRA GOURMET es un evento gastronómico que quiere fusionar los diversos acontecimientos que venían sucediéndose anualmente para que, por primera vez, ocurran en tres días, 18, 19 y 20 de mayo.
Cito textualmente de la página web: «Esos tres días de mayo, 18, 19 y 20, nos visitarán los mejores cocineros del mundo, eruditos de la ciencia abrirán nuevos puentes entre los alimentos y nuestra salud, aprenderemos sobre nuevos vinos, nuevos productos y nuevas técnicas culinarias. Degustaremos platos históricos y cocina de vanguardia. Asistiremos al primer campeonato de Sociedades Gastronómicas y disertaremos sobre la comunicación gastronómica en un Encuentro de Bloggers. Disfrutaremos, en fin, de toda una fiesta. La de la gastronomía navarra.«
Además está abierto, todavía, un concurso de blogs gastronómicos. Para apuntarse linkear sobre la imagen o sobre el enlace Navarra gourmet.
¡Suerte a todos y todas!

Producciones Pandemónium

Mi afición al cine viene de lejos, a pesar de que mis vídeos no lo delaten. Cuando mis hijas eran muy pequeñas, yo estaba tan desesperada por ver buenas películas que las metía en el cine conmigo sin pensar demasiado en lo idónea que era la película. Así fue como la menor vio «el paciente inglés» a la tierna edad de 8 años. Pero también contribuyó a su pasión por la que será su profesión (o así me consuelo yo).
Casi todo el mundo que entra en este blog conoce a Camerawoman, mi hija pequeña, que muchas veces, con santa paciencia, me graba algunas tomas en vídeo, las mejores, esa es la verdad. Cuando un vídeo está bien grabado y tiene un «travelling», Camerawoman está detras.
Bueno, hoy quiero apoyar, modestamente, desde aquí, un proyecto en el que tiene mucha ilusión. Están haciendo un corto, con mucha seriedad y profesionalidad, en homenaje al cine y la lectura.
Tienen su propio blog y desde aquí os animo a visitarlos.
Su padre y yo (es decir, el Sumiller y Delantal) somos también actores de reparto en el corto, así que más pronto o más tarde saldremos en ese blog…Y desde allí a los Oscars

Las Anguilas comen dentífricos

No todas las referencias gastronómicas que encuentro en las novelas son tan divertidas, delirantes y brillantes como esta de «La Espuma de los días». Más allá del surrealismo, la receta del pastel de anguila, la reducción de la reducción de la reducción de la reducción de una salsa, es tan apetitosa que yo también desearía que la anguila tuviera familia numerosa. A la postre entre franceses anda el juego.

“(…), y Nicolás se expresó en los siguientes términos:
-Se hace pasta de hojaldre como para una entrada. Se prepara una anguila de buen tamaño, que se cortará en rodajas de tres centímetros. Éstas se ponen en una cacerola con vino blanco, sal, pimienta, cebolla en rodajas, una ramita de perejil, tomillo, laurel y una puntita de ajo. La puntita no he podido afilarla como me habría gustado –continuó Nicolás-, la piedra está muy gastada.
-Haré que la cambien –dijo Colin.
Nicolás prosiguió:
-Una vez cocida, la anguila se retira de la cacerola y se pone en una saltera. El caldo se pasa por una estameña, se le añade salsa española y se reduce hasta que la salsa se adhiera a la cuchara. Se pasa por el tamiz, se recubre con ella la anguila y se le da un hervor durante dos minutos. Se coloca la anguila dentro del hojaldre. Éste se rodea de un collar de champiñones vueltos hacia dentro y se le pone un ramito de lechas de carpa en el centro. Por último se baña con la salsa que haya quedado.

(…)-Este pastel de anguila está exquisito – dijo Chick-. ¡Quién tuvo te dio la idea de hacerlo?
-Fue Nicolás quien tuvo la idea –dijo Colin- Hay, mejor dicho, había una anguila que se asomaba todos los días a su lavabo por el grifo del agua fría.
-Es curioso –dijo Chick-. ¿Por qué lo hacía?
-La anguila sacaba la cabeza y se merendaba el tubo de dentífrico apretando por arriba con los dientes. Nicolás sólo usaba un dentífrico americano con sabor a piña y, por lo visto, la tentó.
-¿Y cómo la capturó?- Preguntó Chick.
-Puso una piña entera en lugar del tubo. Cuando se comía la pasta de los dientes, podía engullírsela y volver a esconder la cabeza enseguida, pero con la piña entera la cosa cambia, y cuanto más tiraba, más se le hundían los dientes en la piña. Entonces Nicolás…
Colin calló.
-¿Qué hizo Nicolás? –dijo Chick.
-No me atrevo a decírtelo, a lo mejor te quita el apetito.
-Vamos…anda –dijo Chick-. No me queda casi nada.
-Nicolás entró en ese preciso momento y le seccionó la cabeza con una hoja de afeitar. Después abrió el grifo y salió el resto.
-¿Y eso es todo? –dijo Chick-. Sírveme más pastel. Espero que la anguila tenga una familia numerosa en la tubería.

La Espuma de los días
Boris Vian

Alianza Editorial. Madrid 2007