Algunas veces en casa guisa él y, para dejar constancia de ello, he aquí esta receta sencillísima pero sabrosa y muy quedona. Espero que disfrutéis con el vídeo, yo me lo pasé genial grabando, es mil veces más divertido grabar que ser grabada y mucho más relajado…dónde va a parar.
En las largas tardes del verano infantil, Madre nos reunía en la cocina y nos daba tareas para hacernos dulces fáciles y ricos. Estas galletas, hechas con su genuina máquina de picar carne, no son de las fáciles, pero tienen la ventaja de requerir abundante mano de obra…o por lo menos una pareja que te ayude. Las galletas no son sólo vintage por lo lejos que quedó mi infancia, ni por su forma, por la máquina de galletas o por la caja que las contiene, sino por su sabor. Eran las favoritas de mi hermano Miguel, quizá porque son estupendas para mojarlas en leche con cacao y sorber el líquido aspirando por alguna de las partes de la galleta. Recuerdo que Madre volvió a sacar la máquina hace no tanto para una de las visitas que le hizo mi hermano. No es verano, pero sí un buen momento para hacer regalos, así que Miguel, estas galletas son tuyas, las congelo y te las doy cuando vengas. Descargar la receta escrita.
Hace tiempo que quería hacer esta prueba, el wasabi con atún y frutas, porque lo probé este verano en la «Venta el Chato» en Cádiz y me pareció que tenía un sabor nuevo, sorprendente y riquísimo. Así que he aprovechado que me han mandado para probar unos salazones de Ricardo Fuentes e hijos, de Murcia, para explorar las posibilidades de esta ensalada que ha encantado en casa. Debo confesar que soy una fan incondicional de la mojama de atún, de las huevas de maruca en salazón y de todo aquello que pueda ahumarse o secarse. La opción me ha parecido muy a propósito para estas fechas, es fácil, nueva y ligera, que en las fechas que estamos resulta necesario hacer un ajuste de la dieta porque todo se celebra comiendo. Por tanto con esta receta os deseo feliz Año 2012, que sea mucho más próspero que lo que las predicciones económicas nos auspician. Descargar receta escrita.
Esta receta la hizo mi madre muchísimas veces, nos encantaba, sobre todo a la parte política de la familia que la festejaba con alegría. Era el plato imprescindible en las celebraciones de aniversario, sobre todo las de las bodas de ellos el 26 de abril. Me la ha pedido mi sobrina Avencia, que se acuerda de haberla comido en casa de sus abuelos, me enternece mucho que mis sobrinas me sigan, la verdad. Las legumbres son sencillas de hacer pero hay que dedicarles tiempo y amor, así que no es plato rápido de hacer ni de comer. En estos casos las legumbres deben ser bien regadas con un vino, a ser posible rojo, de buena crianza o mejor reserva, deleitarse limpiando la boca de los sabores pastosos de las benditas alubias negras con un sorbo de un caldo potente, mejor si es de la tierra propia y si no hay en nuestro entorno, que ya hay en casi todos los sitios, nunca se equivoca uno con un buen Rioja (y ahora que me acusen de riojitis los buenos gourmets). Descargar la receta a
Unos amigos nos han regalado 5 kilos de venado, delicioso y fresco, entonces me acordé de mi hermana Avencia, que lo hace muchas veces y de distintas formas. Mi hermana es la creadora de unas cuantas recetas que he subido a este blog, una de las más famosas las croquetas de bacalao, buenísisisisisismas que están. Ella me dijo que este macerado le sienta estupendamente al venado, y que sumergido en él aguanta muchos días en la nevera. Efectivamente está soberbio con el saborcillo a ajo y perejil. Con el resto hice una caldereta que quedó requetebuena y que otro día subiré. Mi marido, debo aclarar, ha sido el magnífico cocinero de los calabacines fritos tipo patatas chips, daba gloria comerlos tan crujientitos. Este chico se está soltando en la cocina y espero que muy pronto me quite el delantal, en el mejor sentido de la palabra. La Carne de venado se puede parecer a la de la ternera, por color y textura, pero con un sabor mucho más intenso y bravío. Además, como me han dicho en los comentarios, por ser un animal que vive libre en el campo, su alimentación suele ser mucho más natural, y probablemente nos aporte beneficios comer esta carne. Es deliciosa, merece la pena probarla.