Pollo asado con castañas

La receta de este pollo es de mi prima Belika Acien, de su libro «Fogones y Castañas».
Ya sé que no es temporada de castañas, pero se pueden encontrar en conserva y nos evita tener que cocerlas y pelarlas, que no es poco trabajo. En casa adoran el pollo de cualquier manera y de éste sólo quedaron las alitas, que sirvieron para una ensalada nocturna.
Mis hijas siempre han sido urbanitas, y a los 5 ó 6 años fueron al campo de su tío, allí vieron que los pollos no son esas cosas desnudas y sin cabeza que siempre languidecían en la nevera de casa. ¡Se sorprendieron tanto!…y yo me quedé de piedra, porque nunca imaginé que ellas supieran tan poco de lo que para mí había sido evidente desde siempre.
Valoré mi antigua y un poco salvaje vida: las gallinas cluecas, negras, con sus pollitos multicolores; el despertar con el Kikirikí del macho del gallinero; la elegancia de «la duquesa», con sus plumas de espiguilla, grises y blancas; el miedo que me daba que el gallo las pudiera matar al «pisarlas» porque, evidentemente, yo desconocía qué era exactamente lo que ese majadero les estaba haciendo a las gallinas. Y lo que más me sorprendía de todo es que las gallinas nunca tuvieran que bajarse las braguitas para hacer sus deposiciones, nos reíamos muchísimo de eso.
Benditos años…y qué mayor me hago, con tanto recordar mi infancia.
😀


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Espirales de chocolate con masa de brioche


Yo quería hacer unos petit choux de chocolate, de esos pequeñitos, como cuando era niña se comían en casa, pero me han pedido brioche, y he aquí que le he dado un vuelco a la receta y sale muy rica. Sólo he puesto la de chocolate porque no cabe en el vídeo poner las dos, y tengo que decir que realmente está mucho más buena, conste que yo no soy chocolatera.
Este blog tiene una especial tendencia hacia el dulce, porque casi nació con ese destino, grabar las cosas que hacía para las meriendas de mi padre, cada tarde, durante casi un año, hasta que se me fue. Y el blog ha sido como una especie de nexo con esa dulce misión de alegrarle las tardes y conseguir abrirle el apetito.
Pues me quedé con esta especialización y ahora la gente que conozco me reclama el dulce.
Y el caso es que yo me siento más creativa con lo salado.
Las heridas se curan con el tiempo, y los recuerdos se vuelven suaves, alegres, entrañables y enriquecedores. Ojalá existiera un lugar, más allá de esta tiempo entre el nacimiento y la muerte, en el que poder hacer una merienda interminable como la de Alicia y el «Sombrerero loco»con un tiempo detenido, o enfadado, junto a todos ellos.


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Pezones de Gorila

Mi hija mayor (la mal llamada Biowoman), tiene una amiga desde siempre, María, a la que le encanta guisar y es muy creativa, porque además es artista…pero de antes de estudiar Bellas Artes.

La receta de hoy es suya y ella viene de «artista invitada» (nunca mejor dicho), con esta deliciosa exquisitez y nos lo hemos pasado genial haciéndola en casa, ella se reía de las tomas que hacíamos y de las «fullerías» del tipo: «esto no lo sacamos», «ahora lo pasamos por otra batidora mejor que ésta», «cambiamos plato».

Ha sido un placer verla guisar y espero que Miguel Vila, » Colineta» enlace esta entrada en su sección de «Recetas imposibles«.

Gelée (gelatina) de guacamole con langostinos,

Esta receta es también fresca, veraniega y no demasiado calórica (depende de si rebajamos la mayonesa y le ponemos light, aunque lleva poca). Está inspirada, nuevamente, en el libro de Sesé San Martin, que es un dechado de conocimiento gastronómico.

Resulta deliciosa y exótica, no demasiado fuerte como pudiera pensarse, ya que el guacamole se rebaja bastante.

Esta semana ha sido muy intensa, en casa han ocurrido muchas cosas buenas y yo estoy como medio estresada y medio encantada. En fin, que me voy a ir al Puerto para ver si descabso mucho, leyendo y durmiendo, o incluso andando para después dormir mucho.

La semana que viene también se presenta durilla de superar, hay que reponer fuerzas…esta receta servirá para eso.


Tiras de pollo con ensalada para «la operación bikini «o rebajas de la barriguita cervecera

Por fin he vuelto a editar y publicar los viernes, después de una frenética actividad, que con este calor resulta completamente insospechada en mí, ¡con lo que me gusta la pereza!

Todo el mundo pide recetas que rebajen las «grasitas» que hemos ido capturando en invierno con tanto esfuerzo e inversión culinaria.
En fin, que me piden comidas más dietéticas, sanas y mucho menos calóricas que las bombas de chocolate.
Vale, aquí hay una bien rica, por lo menos a mi me encanta: son Tiras de pollo( Chiken fingers pero sin grasa. ni harinas, ni fritas) al horno, con un aliño previo que las vuelve crujientes y sabrosas. Si le añadimos una ensalada fresca, afrutada y con algo de crujiente, el plato queda muy completo y saciante. El saldo total son pocas calorías, que se pueden quemar con un agradable paseo a la caída de la tarde, siempre y cuando el paseo no sea a la cervecería a tomar 4 o 5 «birritas» con sus respectivas tapas. Unos yogures con frutas naturales bastará como cena. Por cierto que tengo que hacer la receta de estos yogurines para otra ocasión. La pérdida de grasas está garantizada, así como la mejora y puesta en forma del «cuerpecito serrano de cada cual». Porque al final «cá uno es cá uno», como dijo el clásico.
Los únicos elementos menos dietéticos son las dos cucharadas de azúcar, que es morena, el aceite, y 20 pistachitos de nada, divididos en 4 comensales es minimalismo calórico.