Mi madre, por San José, hacía siempre torrijas, millones de ellas que regalaba con la generosidad que solía caracterizarle. La casa despedía un olor a miel y a vino desde la mismísima Giralda, y todos los amigos, de todos, venían a probarlas. Era una fiesta de primavera y dulce. Para entonces, la calle, estaba llena de azahares y alegría. Son esencias que perdurarán en mi memoria olfativa o afectiva, que no sé cómo distinguirlas, para siempre.
Cuadraditos de limón (Lemon bar)
Hace mucho tiempo que persigo esta receta. En el Puerto de Santa María hay una confitería, que regenta una americana, aunque bien pudiera ser argentina, que tiene unos pastelitos de limón maravillosos. No tenía muy claro cómo debía hacer la receta y me conformaba/consolaba comprando de vez en cuando estas delicias en su tienda, que por cierto está llena de exquisiteces similares. En invierno, si no voy al Puerto los fines de semana, ayuno.
Pero mirando páginas de recetas en internet, he localizado, míra tú por dónde, en la web de Martha Stewart los maravillosos «lemon bar» o cuadraditos de limón. No es exagerado si digo que están para morir. Debo avisar, a quienes los quieran hacer, que es necesario labrar unos bordes en los laterales (a mí me salieron muy pequeños) para que no rebose la crema de limón antes de meterla en el horno. Es un dulce que no empalaga porque el limón da un punto muy rico de acidez, eso sí, el azúcar se puede poner al gusto.
Marquesa de chocolate
Pero nada, como en el jardín del Gigante Egoísta, el invierno se ha instalado permanentemente en esta tierra.
Por eso, y para levantar el ánimo esta receta de chocolate, muy fácil, muy presentable y riquísima, que nos endulce el fin de semana. Por cierto que como es una tarta helada, mejor conservar lo que quede en el congelador.
Alubias rojas con cola de toro
http://www.youtube.com/watchv=AA_xFyCgOWY
Nueva Imagen
Llevaba mucho tiempo queriendo renovar la imagen del blog porque me lo veía yo un poco viejuno y ya se sabe que en esto la ilusión que le pongas es el 80% del contenido.
Y me encontré a una chica, artista, creativa, inquieta y muy guapa, que no sólo era seguidora fiel del mío, sino que además controlaba la mayoría de blogs gastronómicos que yo conozco y algunos más (muchos). Pero lo mejor es que yo podía conocerla porque es amiga de mi hija, camerawoman.
Paula Velasco ha hecho un trabajo rápido, eficaz, ajustado a lo que yo quería y preciosísimo. Además no sólo ha renovado con ello la imagen, sino que a mí, de un plumazo, me ha quitado varias décadas. Podéis ver su excelente trabajo como fotógrafa en este sitio.
Además debo agradecer a Javier Rebollar, de Galactinet, la renovación en el diseño. Lo ha organizado todo con inteligencia, se ha adaptado a la estética de la cabecera perfectamente y ha entendido, mejor que yo, lo que yo quería. Además me ha sugerido ideas chulísimas que me han permitido estructurar mi página, porque si de algo yo carezco, precisamente, es de la facultad de establecer jerarquías y organizar.
Gracias a ambos y espero que con esta nueva imagen las recetas sean mucho mejores.