Me encantó la visita a Miami, fundamentalmente por ver a mi hija y a su marido que fueron fantásticos con nosotros y nos lo hicieron pasar genial, pero también porque me parece un lugar excepcional en muchísimos aspectos: vida urbana, árboles, animales, paisajes, clima…y gastronomía. Si bien no hay jamón ibérico, o puede que los haya a precios prohibitivos, hay tal gama de restaurantes y magníficos productos frescos que no se puede uno aburrir de probar y probar. Me entusiasma la variedad de tipos de cocina y los supermercados y fresh markets son alucinantes.
Comimos peruano en el Gran Inka .
Un moderno local cerca de casa nos afreció una deliciosa cena argentina, Graziano`s.
En el festivo y marchoso ambiente de Miami Beach nocturno un espléndido dragon sushi en Doraku.
Reservamos en Nobu, tan famoso y acreditado, era para no perdérselo. Fue una decepción, mientras hacíamos cola para que nos instalaran resultaba imposible hacerse oir por el volumen de la música, exactamente el de una discoteca, así era también la iluminación y evidentemente el ambiente, todo el mundo iba preparado como para una disco. Nos pareció un infierno, los comensales sentados en mesas pequeñas en las que eran importunados por los camareros y los ansiosos clientes que esparaban ser colocados. No me apetece comer en esas condiciones, por buena que fuera la comida, no voy al Nobu para ver o dejarme ver. Lo cierto es que nos pasó a todos los que íbamos. Es incompatible disfrutar de los placeres de la mesa con una música atronadora o una megapantalla de TV retransmitiendo fútbol americano, baloncesto o basebol, no me acuerdo muy bien de qué era. Nos fuimos de allí.
El Meat Market (también en Miami Beach) es una mejor opción.
Dos lugares más unidos a una de mis series favoritas de TV: Big Bang Theory, el PF Changs, de comida china , bueno y barato…y la maravillosa Cheesecake Factory en Coconut Grove (donde trabaja Penny en la ficción), con una hamburguesa de buey Kobe sencillamente inolvidable.
Mi hija echaba de menos muchos platos españoles, y guisé algunos, los sabores son diferentes, claro está, pero aproximados.
Lo que no es gran cosa es el pan de supermercado, por eso este vídeo para que pueda hacer unas barras sencillas y rápidas, con el punto de sal que se prefiera, en este caso es bajo.
Hansel y Gretel es un cuento que describe el hambre que se pasó en Europa en la Edad Media y más tarde, era uno de mis cuentos preferidos. Puede que ya no represente para los niños lo que supuso para mi generación, uno de cuyos héroes se llamaba Carpanta, y siempre estaba soñando con comer. No fueron malos tiempos los de mi infancia pero no había abundancia de golosinas ni dulces, de ahí que una casa hecha de chocolate, merengue, galletas y chucherías fuera un sueño permanente.
Una casita, parecida a ésta, la ví hace muchísimos años junto al árbol de Navidad de unos parientes, cargada de caramelos hasta los topes, ya no era una niña pero, daba igual, me emocioné.
He tenido que cambiar mi rutina de blog y publicar hoy porque este fin de semana me voy, no de puente, no tenemos de eso, pero sí de fin de semana largo.